Cuando recibes un ascenso en tu centro laboral o simplemente te trasladan a un área y tus deberes se modifican, rápidamente tienes que poner en marcha el primer paso: la adaptación al cambio.
Actualmente, y dado a la exigencia de las empresas, este fenómeno se ha ido incrementando y la adaptabilidad a tus nuevas responsabilidades tienen que ir de la mano de aprender y ejecutar con las herramientas a tu alcance.
Se entiende por adaptación al cambio, a esa capacidad, y habilidad, que debes de tener para realizar tus encomiendas de manera 100 por ciento efectiva frente a los nuevos desafíos de tu centro laboral y poder llegar a las nuevas metas que se te propusieron.
Objetivos de adaptación al cambio
- Expande tus conocimientos a otras áreas de la empresa
- Aprende nuevas habilidades
- Actualízate constantemente
- Utiliza, de manera efectiva, las herramientas a tu alcance
La adaptación al cambio pasa por tres tipos diferentes: la cognitiva, la emocional y la personal. Para ello, primero deberás actuar en concordancia a los cambios, reconocer a los escenarios a los que te enfrentas y crear los valores que se adecuen a ellos.
¿Y si no me adapto al cambio?
A veces, por muchos que te empeñes, no es tan fácil que la adaptación al cambio la consigas de la noche a la mañana. Inclusive, puedes tardar hasta dos meses en hacerlo, de acuerdo a estudios de Recursos Humanos, pero las circunstancias empresariales te orillan a que ese proceso se desarrolle en menos tiempo.
Las consecuencias de no hacerlo pueden conllevar en desmotivación, miedo, insomnio, ansiedad, incertidumbre y hasta depresión.
Pero, para evitar lo anterior, te recomendamos que te mantengas positivo, aceptes los cambios, que te enfoques en lo que puedes controlar y tengas a la mano, que propongas nuevos objetivos y, sobre todo, que seas empático con tus compañeros de trabajo.
Esto último es de vital importancia para qué puedes aclimatarte a la adaptación al cambio, ya que este factor te ayudará a que tus nuevas tareas se puedan conseguir en conjunto.
Los beneficios individuales de la adecuación a los nuevos retos, obviamente, van ligados a crecientes oportunidades de crecimiento y progreso, aunque al principio no lo tengas muy claro, pero con el paso del tiempo y la consecución de los objetivos lo verás a través de resultados.
Adaptación al cambio en la era post Covid-19
Quizá el ejemplo más cercano o reciente de una adaptación al cambio fue durante y después de la pandemia del Covid-19. Dicha emergencia sanitaria a nivel mundial cambio los esquemas laborales que, a hoy en día, ya se quedaron.
Para muchos trabajadores, el que su trabajo haya cambiado de “forma física” a una virtual fue el mayor reto de sus vidas laborales, empezando a tener que adaptarse y desarrollar herramientas digitales para cumplir con sus funciones en la modalidad de home office.
Esto conllevo a que muchas personas cambiaran, o se adaptaran, a laborar en un entorno “casero” que, sin bien, lo conocían de forma personal, no de lo laboral.
Y no es un ejemplo cualquiera de adaptación al cambio, porque lo más importante fue tomar como su centro laboral quizá la sala de sus casas, una recámara o hasta el comedor para que, frente a su computadora, trabajar como si estuvieran en la oficina.
A muchos les costó este tipo de aclimatación, pero las necesidades de establecer y cambiar a un nuevo entorno laboral debido a la pandemia desarrollaron una adaptación de forma más acelerada a tal grado que a fecha de hoy, llegó para quedarse.
Pero para llegar a esa adaptación al cambio fue importante el que muchas personas reconocieran el entorno y lo asimilaran como su nueva oficina, y el cumplir los retos a través de una era digital que, conforme pasan los días, toma más adeptos.
Recuerda que cuidar de tu empresa es cuidar de tu personal y para ello cumple con las normativas de ley con SuperDoc.